Autora: Cassandra Clare
Editorial: Destino
Páginas: 663
La oscuridad ha regresado al Mundo de los Cazadores de Sombras. Mientras su mundo se desmorona, Clary, Jace, Simon y sus amigos deben unirse para luchar contra el mayor enemigo al que se han enfrentado los nefilim jamás: el hermano de Clary, Sebastian.
En la lucha por intentar derrotarlo se perderán vidas, se sacrificarás amores y el mundo entero cambiará.
En esta última entrega de Cazadores de Sombras nos encontramos con un mundo diferente. Se percibe notablemente cómo los personajes han ido evolucionando a lo largo de los libros, adquiriendo una personalidad que se adapta a su nueva situación. Tienen que salvar el mundo. Pero eso no significa que no vamos a ver el lado sarcástico y divertido de Jace, las tonterías de Simon...
Aparecen nuevos personajes como Emma y Julian que darán mucho que hablar y de los cuales se realizará una nueva serie que pinta muy bien.
Cogí este libro con mucha ilusión pero no llegó a mis expectativas. Me encontré con algunas partes aburridas que se intercalaban con alguna interesante. Además hay una cosa que debo resaltar porque como no lo diga me muero y es algo que me descolocó por completo *SPOILER* ¿¡Cómo es posible que Jace se llevara un condón al infierno!? No me lo explico ¡Ni si quiera podía tocarla! *FIN DEL SPOILER*
Los hilos sueltos de los otros libros se unen con lógica, pero la verdad es que hay algunos que me han dejado un poco insatisfecha. (Sobre todo el final ya que se ve venir) aunque luego Cassandra Clare ha metido en las últimas páginas "algo" que te hace leer sin parar. Un hecho que era impredecible y que me sorprendió gratamente aunque al principio se me hiciera un nudo en el estómago.
En definitiva: Es bueno pero no es el libro que esperaba que cerrara una de las sagas más famosas de los últimos años. En mi opinión te deja un poco indiferente.